Poco a poco, el anhelo por una siesta después del almuerzo en el trabajo se está haciendo realidad. Es que no sólo se trata de un placer personal, sino que ahora se ha demostrado que descansar entre 20 y 30 minutos en la oficina, aumenta la productividad. Así lo sugieren varios estudios científicos.
Uno de los últimos trabajos fue realizado en Universidad de Higashi-Hiroshima, en Japón, donde se descubrió que la siesta tiene efectos benéficos sobre el rendimiento en diversas tareas en particular. Los investigadores, supervisados bajo Mitsuo Hayashia, demostraron que la siesta de 20 minutos mejora el nivel de alerta y el rendimiento en trabajos con terminales de pantallas visuales, en comparación con un período de descanso sin dormir.
Otro estudio realizado por científicos del Departamento de Psicología de la Universidad de Michigan, en los Estados Unidos, detectó que dormir la siesta mejora los estados emocionales. "La siesta disminuye la impulsividad y aumenta la tolerancia a la frustración. El control emocional puede verse afectado por la vigilia continua a lo largo del día y la siesta puede ser una contramedida efectiva", comentó a la prensa Daniel Vigo, investigador en medicina del sueño del Conicet en la Universidad Católica Argentina.
Según la Fundación Nacional del Sueño de los Estados Unidos, la percepción de la siesta está cambiando, en base a las pruebas científicas de sus beneficios para la salud. Ahora "se está empezando a entender que tomar una siesta es un fenómeno mucho más complejo", dice al diario digital Minuto Uno de Argentina, Natalie Dautovich, investigadora de la Fundación y profesora adjunta de psicología en la Universidad de la Commonwealth de Virginia.
En los países desarrollados como los Estados Unidos o Japón, las empresas ya ofrecen espacios especiales para que los empleados duerman la siesta de 20 minutos o permiten que vayan a "siestarios" cercanos para dormir y volver renovados al trabajo.
1. Alerta
Aumenta tu estado de alerta. Un estudio realizado por la NASA demostró que sus pilotos estaban más vigilantes y se percataban de más objetivos después de dormir la siesta durante 40 minutos. Incluso este estudio se extrapoló con marineros del ejército reduciendo los tiempos a 10 y 20 minutos y también resultó que estos, en comparación con los que no dormían, eran más conscientes de su entorno.
2. Memoria
Mejora la memoria y el aprendizaje. Aunque tratemos de dormir, si no conseguimos alcanzar la fase REM del sueño nuestro cerebro no estará descansando. Por eso, dormir una siesta que nos permita alcanzar esta fase, aunque solo sea brevemente, resulta beneficioso para nuestra capacidad comprensiva. Esta teoría fue ratificada bajo estudios con resonancias magnéticas en pacientes que había dormido una siesta y quienes no, mostrando más energía y más actividad cerebral en los que había dormido.
3. Creatividad
Aumenta la creatividad. Después de dormir una buena siesta, nuestros procesos creativos se activan, ayudándonos a encontrar soluciones a problemas. Esta explosión de creatividad se produce en el hemisferio derecho del cerebro. En este caso es necesario dormir una siesta larga, no solo de 10 o 20 minutos y alcanzar la fase REM.
El descanso de la siesta nos desbloquea y ayuda a encontrar esa solución que necesitábamos.
4. Productividad
Más creativo y también más productivo. Por lo que tanto hemos sido criticados los españoles, resulta que es lo que nos ayuda a ser más productos. Nos llena de energía y disipa la modorra y la pereza laboral. Estudios demuestran que una siesta puede darnos más energía que una buena taza de café.
5. Ánimos
Mejora el estado anímico. La irritabilidad se asocia con la falta de sueño, por eso una buena siesta, a cualquier edad resulta beneficiosa para mejorarnos el carácter. ¿A quién no le sienta bien una buena cabezadita?
6. Estrés
Elimina el estrés. Al igual que la mejora anímica, dormir aumenta nuestro estado de relajación, tanto psicológica como física, eliminando el estrés de nuestro organismo y ayudándonos a afrontar las tareas de la tarde.
Aparte de los beneficios comentados, una siesta también mejora el bienestar general, la vitalidad, reactiva los reflejos, la atención, la eficacia y reduce el resigo de accidentes cardiovasculares.
Fuente:que.es y bekiasalud.com
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